DUELO BRANCO
Esta noche descubrí el cisne blanco, pero al llegar al gran lago, el reflejo y los demás cisnes me anunciaron con pena que el cisne acabó de fallecer.
Vagando por Río de Janeiro, desempolvando en el cuarto los vinilos, las cintas, las voces del Portugués de Don Vasco o Don Pedro, momentos verdeamarelhos, la galera de las historias de triunfos en rubro negro o tricolor, en la voz de los cantores, Jose Carlos, Luiz, de pronto, descubrí a “Apolinho”, el gran Washington Rodrigues, el que faltaba, el patriarca después de Osmar, Gigliotti, Curi, los eternos cantando un gol do melhor clube do Brasil para un título estadual, brasileiro o continental.
Todo torcedor, todo carioca, quisiera ser como “Apolinho”, sin ser “avançado”, “craque da bola”, fue incansable, inolvidable "homem do futebol", “radialista”, narrador, comentarista, la voz más cotizada do Río en “Globo” y “Tupi”. Quedará por siempre su aportación flamante al mundo radial, escucharlo a ritmo de escola Estácio de Sá, y su amor gitano por su Flamengo, llevándolo al banquillo de entrenador “do clube da torcida mais grande do mundo”, digiriendo a los monstruos de la época, Romario, Edmundo, Savio , teniendo aquel encuentro oscuro en la Supercopa 95’ frente al Vélez Sarsfield de Bianchi campeón de todo, y cerrando aquel ciclo en aquel “Fla Flu” por el Campeonato Carioca con el gol de barriga de Renato Gaúcho para Fluminense. Yo, ansioso de tener un gran encuentro con “O Velho Apolo”, escucharlo real, vivo, al llegar, me dijeron que partió y no regresará. El gran Luiz Penido está anunciándolo con lagrimas. Se fue, con su cabello blanco, en un manto blanco, y tengo que volver con mi cuaderno en blanco y mi fijación por mi nuevo “ídol” favorito en blanco.
Como el admirador a su amor platónico, el “wota” a su “idoli”, beberé los recuerdos, las voces de aquellas frases, aquellos momentos. Seré el primero en buscar su tumba vasca después de sus exequias. “O Mengão” está de pena , vapuleando ao Bolívar 4 a 0, no novo show de bola ao Maracaná, echando de menos a su “Velho Apolo”. “Estou muito obrigado” por pasear aquel domingo, vagando camino a Cinelandia, comprar cintas de “Garotinho”, “Garotão”, Curí, “Canal 100” después de comprar vinilos de Waldir Calmon, ver o “Fla Flu” ao vivo con a torcida, beber a guaraná, “descobrir a narração”. Veré otra vez la cinta de Flamengo - River por la final en Lima en la voz de “Apolinho” y “Garotinho”. Compraré cintas de Apolinho a lo que vuelva. Aprenderé o arte do “radialista”.
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