VAMOS A BAILAR CON MAGDA

 VAMOS A BAILAR CON MAGDA



Aqui, otro día más, esperando, como el amigo fiel del amo, confiando en que regresará, esa grabación firmada como “The New York Band - Marinero de Luces canta Magda Lake” que perdí. No quiero la de Irisneyda. Quiero a Magdalena, su voz infantil, azucarada, de la confitería del paseo de Amelie. Quiero a Magda, como cuando escuché por primera vez el cover de “Colé” de los Duncan con la piñata, el compás haitiano perdido, en la radio con Peter Cetera, Peter Gabriel, Tears For Fears, las figuras del New Wave después de Mexico 86. Como cuando escuché el “Vamos a Bailar” en mi almohada. Descubrí la música de cabecera, mi amor platónico tropical, la idol de los cocoteros, la madrina de la Carolina con su pava, su vestido rojo y sus tacones de marfil de autor. Me olvidé cuando un día estudiando en el piano el "Bachata Rosa", pensé en el "Boca Rosa"


Magda no está en “Las 20 Latinas”, con el sonido de los años maravillosos, excluida como el “San Zarabanda” o como a Sergio y Sergio el “Fiesta y Fiesta”. Todavía prevalece en mis 12, en aquellos agua é lulos, o aquellos diciembres descubriendo el merengue con Wilfrido. Todavía Magda canta con Wilfrido y Franklin el “Que Siga la Vida”. Wilfrido encontró a Magda en el Barrio Latino después del Barrio Napolitano, cenando una capricciosa con sus aceitunas, aceite de oliva, lambrusco, viendo a los Mets campeones mundiales en Queens. Era la tentación de Wilfrido, el regreso de la diva de los locos años. Magda le pagó cual Andrés Caicedo en la novela, “con mala moneda”, lo dejó tirado en Parisi Bakery en Mott Street antes del Empire State y se marchó con “el tumbao de mi amigo Sonny Ovalles”, con el pianista, jefazo, gente de confianza de Wilfrido, con ese Sonny Orvalles fueron las grabaciones en solitario, los “brand new” del merengue urbano al estilo parisino. Los covers de la balada de los 80s en Spotify, los “brand new” hits “Ulé”, “La Hembra” de Johnny Ventura, “Yo lo Tengo Enamorao”“Zum Zum”


Cada vez que escucho a Magda me siento otra vez el niño que quiere ser como Maradona descosiéndola en Napoli, regalándole un scudetto, una “joia infinita”, un idilio interminable; ese niño descubriendo el amor, los retoños del jardín, en forma de chica de San Francisco con sus slacks y sus pies sobre sus “pumps”, a ver si no me da pena invitarla a bailar merengue. Por eso quiero buscar eternamente ese cover en merengue de la canción de Isabel Pantoja dedicada a “Su Majestad Paquirri” apóstol de “El Viti” en la novela de Andrés Caicedo también camino a la feria. Maravilla de mujer. Fantasía del City Pop de Tokyo en forma de Palo Mayimbe. No es más exquisita, diabética, “metrosexual”, con sus rizos biondos parisinos, su mirada exquisita, continental, y su solfeo inocente, jugando al “Hula Hula”. Jayne Mansfield, Marisa Monte, Liza Minelli en suite merengue, todo por el mismo precio, sin devaluación de la divisa. En busca de Magda, la ronda de Magda, orientándome con el blog del músico Joseph Cáceres en forma de obituario feliz de un tiempo de ayer así:


“The New York Band retoma la escena y de inmediato crea una efervescencia que conlleva un arrastre masivo de público, que de sostenerse, superaría en corto plazo las cotas de convocatoria alcanzadas en sus primeras etapas en la década de los 80s. Creo que Chery Jiménez era bajista aun de Los Beduinos cuando Wilfrido Vargas introdujo a la banda a una cantante rubia pero con un perfil mezclado entre la trigueña italoamericana Liza Minelli y la estelar francesa Edif Piaf (guardando distancias), aunque dirigida al mercado de habla hispana. Es decir, una especie de Luisa María Güell, pero en versión tropical. Esa vocalista era Magda Lake, dominicana radicada en Nueva York”






Comments

Renzo said…
Gracias por la nota, bonita semblanza para esta cantante. La recuerdo como la voz sensual femenina de "Cole" que aunque no era de mis canciones favoritas, pues, me trae muchos recuerdos de esa epoca. De su epoca solista, no me acuerdo mucho, apenas "Ule Ule" que venia en un fragmento de un mosaico de canciones.. no venia completa la cancion sino pegada a otras. Lastima. Se extrañan los años de oro del Merengue. Gracias por recordarlos.

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